Lágrimas de nube,
centellas,
lagunas que danzan,
y suben,
espuelas de estrellas,
aguijones y argamasa.
Tejí collares con tus latidos,
y con tus labios un laberinto,
de preciosos jardines exquisitos.
Soy el tiempo que se escurre,
si vienes en silencio, yo soy el silencio,
si buscas olvido yo soy la memoria,
que a ciegas busca un refugio,
cobijado de tempestades y aulodias.
Prendí de azur tu vida,
como del tizón la pira,
tu risa, tu gloria,
tus desmayos.
Dulce ira.
Y sé de tus desdenes el bosque,
porque el bosque soy,
Y sé de los gentiles tu nombre,
porque tu nombre soy.
Si vienes enardecida, yo soy la furia,
y las crines de la batalla,
evaporando la lluvia.
Ánimas de esteros,
caminos y huertos,
hilé redes con tus suspiros,
en las pupilas de ángeles,
sedientos.
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